Noticia sobre el Rastro de Madrid en el economista 9/12/2015

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Es más madrileño que los chotis, de hecho más han bailado los madrileños moviéndose entre los puestos que subidos a un ladrillo. El Rastro es parte de la esencia de la ciudad y vive entre la fidelidad de los capitalinos y los turistas, y los encuentros con la administración. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Madrid

La vida del Rastro se remonta a mediados del siglo XVIII cuando se instaló, de manera espontánea, un grupo de vendedores de baratillo en los márgenes de Ribera de Curtidores. No existe referencia viajera de Madrid sin su parada obligatoria en este popular mercadillo. Pero la historia no es garante de nada en un mundo tan cambiante, en una sociedad tan cambiante y en un mercado tan variable.

Además del centenar largo de tiendas que guardan las calles del Rastro, prácticamente abiertas todos los días del año, hay puestos ubicados en 2.500 módulos de 1 metro cuadrado cada uno, más otros 850 titulares que tienen adjudicado 1, 2 ó 3 módulos, según los datos de la Asociación el Rastro Punto Es. Miles de puestos de trabajos aferrados a un lugar tradicional que debe evolucionar sin perder su idiosincrasia.

El reto de la globalización

«El principal reto del Rastro es frente a la globalización y uniformización de los productos y a la descapitalización de los vendedores frente a la fuerte crisis económica. Seguir manteniendo la originalidad y calidad de los productos comercializados y resistir a los ciclos económicos en recesión. Nuestras economías son muy vulnerables al ser micropymes, pero siempre hemos resistido y seguiremos ofreciendo una alternativa y complemento al comercio establecido», señala la portavoz de la Asociación el Rastro Punto Es, Mayka Torralvo.

Una de las claves para garantizar su futuro pasa por ganarse a las nuevas generaciones. Para Rosa Blanco, secretaria de la Asociación Nuevo Rastro de Madrid, que aglutina a los comercios estables, eso está conseguido. «Se están abriendo tiendas más modernas, algunas duran poco tiempo pero otras sí se consolidan, y creo que sí se adaptan bien a los gustos actuales. El público que viene es muy variado, como las tiendas de Rastro, y es lo que nos salva. Aquí se viene con una idea y se sale con otra u otras. La variedad de público y oferta es la nota característica de esta zona tan entrañable de Madrid», destaca la secretaria.

Un ejemplo de los nuevos comerciantes es Santiago González, propietario de la tienda Colindante, quien considera que el Rastro ha conectado con las nuevas generaciones porque «es crisol de generaciones gracias a la diversidad de comercios». «El Rastro se ha revitalizado gracias a la apertura de nuevos negocios como tiendas especializadas en el vintage italiano de mediados de siglo XX, estética industrial, alfombras y tejidos antiguos de próximo y medio oriente, la obra de autor contemporánea o la tapicería artística», añade el comerciante.

No tocar, pero no olvidar

En la historia reciente del Rastro destacan varios capítulos en los que los comerciantes se han tenido que oponer a medidas políticas. En 2004 los comerciantes se enfrentaron al Ayuntamiento que quiso intervenir con un plan modernizador que quería recortar los puestos con la «excusa de que iban a reorganizarlo para aumentar nuestras ventas y modernizarlo para adaptarlo a las nuevas necesidades de consumo», como señala Torralvo.

En 2009 el Gobierno de Esperanza Aguirre modificó la legislación de la venta ambulante en la CAM y se enfrentó no sólo al Rastro, sino a todo el gremio. «Cualquier cambio que se ha promovido desde el Ayuntamiento -explica Torralvo- en su estética -homologación y uniformización de los puestos-, agrupación por mercancías de venta -sectorización- u otra cosa en nombre de la modernización ha sido rotundamente rechazada por atentar contra la esencia del Rastro, que es lo que lo diferencia de cualquier otro mercadillo de la región».

Eso no significa que el Rastro no requiera de la ayuda institucional, tienen varias demandas como apunta la portavoz de la asociación: «mayor publicidad, limpieza, habilitar espacios para actos culturales, adjudicar puestos vacíos priorizando puestos de artesanía, facilitar la movilidad para el comercio en diario, etc.». El tendero Santiago González añade ideas que se podrían hacer, como promover el «Rastro abierto los 365 días del año» o algo de lo que este barrio esencialmente comercial está privado: «decoración navideña y alumbrado muy necesario en estas fechas y del cual carecemos por completo».

Podéis ver el articulo aqui.

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2 comentarios

  1. Último domingo de mes y de año 2015. Cierre de cuentas. Ya decia yo que algo iba mal. Perdida de 2.000€ con respecto al año anterior. La «estabilidad crítica» de estos últimos tres años se ha venido abajo. Un 50% menos de ventas que en 2007, que fue el último año antes del estallido de la crisis. Hoy la mitad de la venta de hace 8 años. Hoy, en el año de la «recuperación» según dice «marianico el corto». Hoy. Depués de tres años de calma chicha, despues de mantener una estabilidad en plano sin caidas ni subidas, hoy, en el año de la recuperación los números me dicen, las cuentas objetivas me dicen que volvemos a caer, que la crisis no ha pasado para los de abajo, para los que somos la calle, para el currito de a pie. El enfermo «no esta estable, no solo esta mal» el enfermo esta objetivamente peor. Seguimos tomandole la temparatura al asfalto, la tensión a la calle…El enfermo esta peor. Di lo que quieras en TVE Marianico, a nosotros las cuentas no nos cuadran ni patras…

  2. Último domingo de mes y de año 2015. Con el cansancio acumulado de una mañana de Rastro cojo mi claculadora, mi bolí, y mi cuaderno de ventas.Cierre y balance de cuentas. Ya decia yo que algo iba mal. Perdida de 2.000€ con respecto al año anterior. La “estabilidad crítica” de estos últimos tres años se ha venido abajo. Un 50% (la mitad)menos de ventas que en 2007, que fue el último año antes del estallido de la crisis. Hoy la mitad de la venta de hace 8 años. Hoy, en el año de la “recuperación” según dice marianico «el corto”. Hoy. Después de tres años de «calma chicha», despues de mantener una estabilidad en plano sin caidas ni subidas, hoy, en el año de la recuperación los números me dicen, las cuentas objetivas me dicen que volvemos a caer, que la crisis no ha pasado para los de abajo, para los que somos la calle, para el currito de a pie. El «enfermo» no esta estable, no solo esta mal, «el enfermo» esta objetivamente peor. Seguimos tomandole la temparatura al asfalto, la tensión a la calle…El «enfermo» esta peor. Di lo que quieras en tve Marianico, a nosotros las cuentas no nos cuadran ni patras…

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