Guerra abierta en El Rastro: Comerciantes contra las nuevas ubicaciones en la plaza Vara del Rey

Foto de archivo: Comerciantes de El Rastro se manifiestan contra el Gobierno de Almeida (Foto: Chema Barroso)

Por Fernando Rodríguez

 Domingo 05 de febrero de 2023 

La vuelta a casa más amarga. Con las obras en la plaza General Vara del Rey en su recta final, los 174 comerciantes de El Rastro desplazados de manera provisional por los trabajos de reforma regresarán el próximo 12 de febrero a su emplazamiento habitual. Lejos de celebrarlo, el retorno del exilio en el jardín de las Heroínas de Sálvora, donde han permanecido durante casi medio año, viene cargado de polémica como consecuencia de la reordenación forzosa de los puestos. Los afectados viven hoy su último domingo fuera de su enclave ordinario y mañana negociarán con la Junta Municipal del Distrito Centro una solución definitiva.

Las asociaciones que representan a los tenderos se reunieron con la Junta el 27 de enero con el objetivo de abordar la cuestión y alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Una cita en la que se hizo patente el descontento de los primeros con las nuevas ubicaciones que plantea el Ayuntamiento. Ninguna de las tres opciones que ofrece el órgano consistorial satisface del todo a los vendedores, y es que todas ellas conllevan, en mayor o menor medida, un desplazamiento de su posición tradicional.

El problema principal radica en que se prevé cambiar de acera los puestos de la calle Amazonas, que conecta las plazas de Vara del Rey y Cascorro. Hasta ahora se disponían en el lateral izquierdo, delante de la escalinata que comunica con la calle Ribera de Curtidores y de la Escuela Mayor de Danza. Al mudarse al margen derecho, los comerciantes se toparían con los nuevos alcorques -y correspondientes árboles-, farolas colocadas en la obra y con los accesos a portales, bares y comercios. Como agravante, apunta Mayka Torralbo, portavoz y vicepresidenta de la Asociación El Rastro Punto Es, «en ese lado pega el sol de pleno en verano y se nos quema el género». Los puestos que no puedan acomodarse en la nueva huella, deberán trasladarse a la plaza.

Reubicar las tiendas, agrega Torralbo, implica varios inconvenientes que se sumarían a los cinco meses desplazados en el jardín de las Heroínas de Sálvora en los que «la mitad de los titulares no han montado el puesto porque las ventas no cubrían los gastos mínimos». Volver a Vara del Rey les entusiasmba tras pasar una temporada «en una zona no colindante al Rastro que no cumplía con las condiciones necesarias y con el que la gente se tuvo que resignar». Sin embargo, denuncian que con estas modificaciones los apartan de «una clientela fidelizada que ya sabe dónde estamos», así como los aleja de otros compañeros tenderos. Además, la portavoz de El Rastro Punto Es augura desajustes en la carga y descarga, que los comerciantes realizan de forma autogestionada aprovechando el conocimiento de sus vecinos de puesto. «Si desorganizas eso todo se convierte en un caos», incide.

Transcurso de las obras en la plaza General Vara del Rey (Foto: Chema Barroso)

En consecuencia, los comerciantes solo contemplan una vía: volver a su emplazamiento histórico. «No creemos que sea tan difícil», sostienen. Así se lo trasladarán este lunes a la Junta de Centro que preside el concejal José Fernández. «Se supone que van a presentarnos una cuarta propuesta y esperamos que contemple lo que solictamos. Confiar ya no confiamos en nadie, pero sí tenemos esperanza en que nos escuchen». Por parte del Gobierno municipal se pronunció el pasado jueves la portavoz, Inmaculada Sanz, quien reconoció que «sí se han producido algunas modificaciones, como el arbolado nuevo que afecta a algunos puestos», pero remarcó que desde Cibeles «trabajamos para que todo el mundo se sienta cómodo». «El lunes se reunirá la Junta con los vecinos para tratar de encajar todo desde el punto de vista técnico», buscando una solución «lo más similar posible a la que había anteriormente». 

«Una decisión unilateral»

Los representantes de los mercaderes lamentan la escasa predisposición al diálogo por parte de Centro hasta ahora y en los últimos días han cargado contra una decisión que consideran ha sido tomada de forma “unilateral”. “Desde el principio les pedimos que, una vez se finalizaran las obras, se respetaran las ubicaciones originales, tal y como nos solicitaban nuestros asociados. También que nos facilitaran los planos del proyecto de obra para ver cómo iba a quedar esta parte del espacio donde se celebra el emblemático mercadillo madrileño los domingos y festivos, a lo cual nos responden que ya nos los facilitarían en su momento”, expuso Mayka Torralbo en un comunicado.

En la citada reunión del día 27, continúa el escrito, “la Junta repartió una serie de planos a las allí presentes de cómo estaba la zona reformada antes de las obras y tres posibilidades de organizar la adjudicación de los puestos a los titulares, cuyo espacio ha sido previamente delimitado y señalizado en el pavimento a través de unas baldosas de color más claro”. Las nuevas indicaciones, a juicio de los afectados, impiden dar marcha atrás y les condenan a un desplazamiento obligado.

Denuncian “prisas” y “dejadez de funciones”

Desde la Asociación Cultural El Rastro Punto Es y la Plataforma de Comerciantes Ambulantes de la Comunidad de Madrid apuntan hacia una supuesta dejadez de funciones por parte del Consistorio, que no se ha responsabilizado de convocar a la totalidad de los afectados en busca de una solución: “Ante las preguntas formuladas por las personas que acudieron a la reunión en representación de nuestras asociaciones, de cómo iban a informar a los vendedores y a través de qué forma lo iban hacer, la respuesta fue que debíamos ser los representantes los que decidiéramos o reuniéramos a los vendedores para elegir una de las opciones que debían ser transmitidas el lunes 30 a la concejalía”.

Plazos «muy precipitados»

Las prisas, a tenor de lo expuesto por Torralbo, también forman parte de la mala praxis por parte del equipo de Gobierno. En un primer momento, la hoja de ruta consistorial pasaba por la entrega y explicación de los planos con las nuevas ubicaciones entre el 1 y el 2 de febrero en una jornada de puertas abiertas. Más tarde se decidió convocar una reunión para el lunes 6 tras fijar la vuelta a Vara del Rey el domingo 12. Unos plazos que los comerciantes entienden “muy precipitados, cuando se podía haber realizado con tiempo. «Una vez más, proceden con prisas sin tener en consideración la seriedad de la situación, dado que afecta a nuestro puesto de trabajo”, agregaban en el comunicado. 

Puestos de El Rastro en el jardín de las Heroínas de Sálvora (Foto: Chema Barroso)

Polémica tras polémica

Todo este embrollo surge por los trabajos que se han acometido en la plaza del General Vara del Rey desde el pasado mes de septiembre de 2022. En concreto, se ha ejecutado la reordenación de las plazas de aparcamientopara optimizar los espacios peatonales y mejorar la accesibilidad de la zona. Asimismo, se ha renovado el pavimento, el ajardinamiento y el mobiliario urbano. En suma, el Consistorio capitalino ha invertido un total de 620.000 euros. El diseño resultante conlleva cambios que los comerciantes no están dispuestos a asumir, temiendo una repercusión en sus ganancias e incomodidades en el desarrollo de su trabajo.

No es la primera vez que las asociaciones cargan contra la “imposición” y la “pésima gestión” por parte del Ayuntamiento de Madrid en relación con este asunto. En su día, El Rastro Punto Es ya criticó con dureza el decreto del concejal-presidente del Distrito Centro, José Fernández, que obligó al traslado de más de 150 puestos al jardín Heroínas de Sálvora el pasado mes de septiembre sin haber escuchado las opiniones y propuestas de los comerciantes. En concreto, se trataba de los espacios comerciales del sector F de El Rastro, los afectados de manera directa por los trabajos en Vara del Rey y la calle Amazonas, que serían reubicados en el área de uso público delimitada por los edificios de la biblioteca Pedro Salinas y la Universidad Carlos III, con acceso desde la calle del Capitán Salazar Martínez y la glorieta de Puerta de Toledo.

Cartel contra la gestión de Almeida en El Rasto (Foto: Chema Barroso)

«Falta espacio y seguridad»

Los motivos del descontento se relacionaron entonces, al igual que ahora, con la falta de diálogo, la «improvisación» por parte del Consistorio y, sobre todo, con la falta de espaciopara la instalación de todos los puestos. Además, a juicio de los vendedores, la ubicación tampoco era demasiado adecuada para la entrada constante de vehículos para carga y descargapor encontrarse “llena de obstáculos”. Este hecho, sumado a la falta de concreción en los planos y la ausencia de señalización en el suelo, traería consigo “graves problemas para todos”, tales como atascos y falta de seguridad.

Varios escritos después, remitidos por correo electrónico a la concejalía, el alcalde, la vicealcaldesa y el resto de los partidos políticos con representación en el Consistorio, además de las múltiples quejas remitidas a los medios de comunicación, los comerciantes no tuvieron más remedio que resignarse y adaptarse a sus nuevas circunstancias, no sin antes instalar carteles que reflejaban el descontento con la medida en sus tiendas.